Para llevar adelante cualquier proyecto es necesario trabajar en equipo. Los buenos equipos consisten en algo más que la suma de sus partes. El trabajo en equipo favorece la creatividad, el compromiso, la ejecución de tareas, los resultados, las relaciones interpersonales y el crecimiento personal.
Las diez características de un equipo eficaz son:
- Propósito común ilusionante con valores compartidos: Si no tienes una buena razón para que la gente se una y que sea lo suficientemente importante para que la gente se entusiasme y comparta valores y objetivos, no hay forma de tener un gran equipo
- Metas y objetivos: todos los miembros los conocen y comparten. Se habrán discutido abiertamente los objetivos para que los miembros del grupo se comprometan personalmente a ellos. Los objetivos individuales están en sintonía con los del equipo
- El poder colectivo del equipo puede más que la habilidad individual: “Ninguno de nosotros vale más que la suma de todos” Es el fundamento de un equipo.
- Responsabilidad – Delegación: a medida que el equipo avanza adquieren más conocimientos y habilidades que les convierte en autónomos con responsabilidades crecientes. El equipo se fía del compromiso y no del control
- Relaciones personales y comunicación: Respeto mutuo, expresión libre y abierta sin temor, donde las discrepancias se plantean abiertamente de forma constructiva. Las personas son libres de expresar abiertamente sus sentimientos además de sus ideas, tanto en relación con los problemas como en relación al funcionamiento del equipo. La crítica es constructiva y se orienta hacia el desbloqueo de obstáculos a los que se enfrenta al equipo y que le impide realizar su trabajo.
- Flexibilidad: El equipo y sus miembros tiene una elevada adaptación al cambio, con polivalencia sin necesidad de supervisión constante. El equipo se beneficia de aportaciones de personas con aptitudes y conocimientos muy diferentes.
- Desempeño: Se generea un alto compromiso. Los procedimientos son rápidos y ágiles. La eficacia es elevada
- Reconocimiento y aprecio: Se reconoce el trabajo de equipo. Los logros individuales son reconocidos por todos, clima de armonía y respeto
- Moral: Se tiene orgullo de pertenencia, satisfacción por el trabajo y desaparecen los sentimientos negativos
- Interdependencia: Los miembros confían entre sí y saben que en los malos momentos recibirán el apoyo de los suyos. Sin interdependencia un grupo no se convierte en equipo.
A la hora de dirigir un equipo, el buen líder debe perseguir convertir un grupo de trabajo en un equipo, sumar fuerzas y no restarlas, multiplicar resultados y no fraccionarlos, orientar actividades y coordinarlas, alcanzar los beneficios grupales e individuales.
Se tiende a confundir un grupo de trabajo con un equipo. En la siguiente imagen presento de forma resumida las diferencias entre un grupo de trabajo y un equipo.
Hasta pronto
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muy buena respuesta para todos
muy buen articulo, deseo recibirlos en mi correo a diario
Muy buen artículo. Gracias!!