Por grandes que sean nuestros logros, siempre habrá momentos en que nos encontraremos escollos en nuestro progreso personal y profesional. No es una cuestión de tener problemas o no, sino de cómo te vas a enfrentar a ellos cuando surjan, y para ello es fundamental tener una actitud proactiva.
La utilidad del conocimiento que adquirimos y la eficacia de las acciones que tomemos dependerán de la calidad de las preguntas que hacemos. Las que abren la puerta al diálogo y al descubrimiento, son una invitación a la creatividad y al pensamiento progresivo.
Preguntar es un arte, desde tiempos muy antiguos se estableció esta capacidad como un aspecto clave para generar reflexión en las personas y conseguir que puedan modificar aquellos aspectos que interfieren en el logro de sus objetivos. Sócrates (considerado el precursor del Coaching ) propuso la “Mayéutica”, que es un método filosófico de investigación y enseñanza, que mediante el diálogo y las preguntas, posibilita sacar a la luz la verdad que se presupone está en el interior de cada individuo y es desde ahí donde surgen las respuestas a los interrogantes.
Las preguntas pueden dar lugar a cambios en cuestiones claves, mediante la generación de ideas creativas e ilusionantes, que conducen a la acción. Date cuenta que todo lo que sabemos hoy acerca de nuestro mundo surgió porque la gente fue curiosa.
Una pregunta poderosa es aquella que genera en la persona un “trance” que lo lleva a acceder al inconsciente, donde están los significados importantes, que conllevan a reflexiones. Una persona está en trance cuando su mirada se fija en algún punto y su forma de hablar se vuelve más lenta y menos estructurada, muchas veces sus frases son dichas sin mucho sentido. En este caso es el inconsciente el que se está expresando a través del lenguaje, sin pasar por la mente consciente. Normalmente, las personas hablan desde su conocimiento y su mente consciente, pero ahí no están las respuestas adecuadas a problemas que no son del conocimiento. La respuesta proviene de uno mismo, no de una fuente ajena. Esto hace de la pregunta una herramienta principal para el liderazgo.
Si eres un líder, te propongo que hagas preguntas que provoquen que tu gente reflexione, aprenda y busque alternativas de solución sobre las cuales puedas contribuir a buscar la mejor. Estimula sus cerebros con preguntas, debes gestionar talentos no es necesario ser el mejor talento.
Las preguntas dirigen tu atención. Las preguntas funcionan como linternas que alumbran hacia un foco, por lo tanto, son directivas, quieren hacer que la persona mire hacia un lugar específico y vea qué encuentra ahí. Tus pensamientos vienen determinados por las preguntas que te haces. Las preguntas potenciadoras son las que trascienden mayores límites. Una buena pregunta te invita y desafía a reflexionar en un nivel más profundo
En conclusión las preguntas potenciadoras implican:
- Hacer preguntas para que tu interlocutor entienda su situación y encuentre sus respuestas.
- Hacer preguntas para ayudarle a descubrir por sí mismo.
- Hacer preguntas orientadas hacia el futuro y las soluciones.
- Utilizar el silencio efectivamente.
¿Qué preguntas te haces cuando te encuentras ante un problema o una situación difícil? Date cuenta que tu cerebro responde con precisión a la forma cómo te hablas a ti mismo y a las preguntas que te haces. Si te haces las mismas preguntas (que es lo que normalmente hacemos) obtendremos las mismas respuestas, por lo que es muy útil plantearnos preguntas diferentes o buscar alguien como un coach que nos ayude en este sentido.
Cuestiones del tipo ¿Por qué tengo tan mala suerte? Harán que tu mente te recuerde todas las razones para sentirte desafortunado. O te enfocarán en los aspectos difíciles y desagradables de tu vida. Este tipo de preguntas raramente producen resultados positivos, tan sólo te llevarán a la autocompasión y a que te sientas cada vez peor. Son “Preguntas Limitantes” que provocan confusión y emociones dolorosas.
Los científicos e investigadores del comportamiento han determinado que las personas que logran mejores resultados son aquellas que se hacen preguntas potenciadoras que abren perspectiva, clarifican y generan posibilidades.
Si quieres mejorar tus pensamientos, entonces, cambia el modo en que te hablas a ti mismo y modifica las preguntas que te haces. Pasa de formularte “Preguntas Limitantes” a realizarte “Preguntas Potenciadoras”.
Si eliges hacerte preguntas de poder tu mente se enfocará en lo que depende de ti, te ayudará a definir tu problema y tus recursos de una manera más constructiva. Estas preguntas te ayudarán a sentirte más fuerte y optimista, con más control en tus resultados.
Te propongo esta lista de preguntas que te ayudan a cambiar tu actitud ante las cosas y aprender a estar abierto a soluciones.
- ¿Cuáles son los rasgos importantes de este problema?
- ¿Cómo puedo darle la vuelta?
- ¿Qué queda por perfeccionar?
- ¿Qué necesito aprender para superar esto?
- ¿Qué estoy dispuesto a hacer para que las cosas sean como yo deseo?
- ¿Qué estoy dispuesto a dejar de hacer para que las cosas sean como yo deseo?
- ¿Cómo puedo disfrutar del proceso de hacer lo necesario para conseguir lo que deseo?
- ¿Qué Plan voy a seguir para mejorar la situación?
- ¿Qué puedo hacer ahora para mejorar esta situación?
- ¿Qué puedo aprender de este problema/situación para que no se vuelva a repetir?
Recuerda que eres lo que eres y estas donde estas por los pensamientos que has puesto en tu mente y puedes cambiar lo que eres y donde estas si cambias tus pensamientos. Las preguntas te ayudan a ello.
Hasta pronto
Sólo hace falta ver a los niños… aprenden tanto porque nunca dejan de preguntarse.
Ojalá nunca abandonáramos esa etapa de preguntar el porqué ante todo, de seguir maravillándonos ante el mundo que nos rodea, de no conformarnos con la respuesta mecánica…
Hay una frase que me gusta mucho que dice: si la vida no te responde… hazle otra pregunta!
🙂
Vanesa G. Alcolea
Muy buen comentario. Como bien dices, ojala tuvieramos la inquietud, la curiosidad y la persistencia de los niños. Muy buena la frase.
Saludos
Antonio Pablo
Excelente tu capacidad de síntesis y totalmente de acuerdo con tus comentarios y la frase absolutamente pertinente.
¡¡Preguntas poderosas!! creo que son importantísimas, dejan huella y ayudan a reflexionar. En cuanto a los silencios creo que son igualmente eficaces, a mí me gusta la expresión «El hombre tarda dos años en aprender a hablar. Y el resto de su vida para aprender a callar»….
Muchas gracias Sonia por el comentario. Estoy totalmente de acuerdo
Saludos
Antonio Pablo
Muy buen mensaje con el artículo que nos presentas. Yo tuve hace como 10 años un jefe (Director de Operaciones), que me encargaba analizar información diversa y que le preparara reportes al respecto, sobre todo análisis financieros (ventas/utilidades, gastos de mkt / ingresos / utilidades, rotación y aprovechamiento de inventarios, etc). Cuando le presentaba el reporte me cuestionaba desde el título que le ponía, y después de 2 o 3 preguntas que me hacían reflexionar sobre la finalidad del mismo, encontraba además de mejoras increibles en el mismo reporte, muchas ideas que al final hacían mucho más claro el fin de cada estudio que me solicitaba. Aprendía muchisimo con cada sesión de preguntas que tenía con el.
Una vez leí que, si tienes una hora para resolver un problema en el que va la vida, lo recomendable es emplear 55 minutos en pensar la pregunta adecuada, cuya respuesta te llevará indefectiblemente a la solución de tu problema.
Muy buena disertación.
Saludos,
Gabriel Renom