Mi inquietud por aprender y mejorar me hace ser una persona deseosa de adquirir conocimiento y esa inquietud me ha llevado a buscar nuevas formas de pensar, a identificar a los autores y personas de referencia y autoridad en materias que para mí son de gran importancia como son la salud, el liderazgo, el management, la inteligencia financiera, la educación y el desarrollo personal y organizacional.
En la vida, como en el juego, se nos reparten unas cartas (genéticas, económicas y sociales) que no podemos elegir. En ambos casos, hay cartas buenas y cartas malas y no hay duda de que es mejor tenerlas buenas que malas. Pero ahora viene la pregunta importante ¿gana siempre quien tiene las mejores cartas? No, gana quien juega mejor con las que tiene. ¿Y quien juega mejor? . Pues el que sabe aprender, se adapta, quiere, puede, se atreve y pasa a la acción.
Goethe escribió una vez “Para tener más, primero debes ser más”. Para lograr más en nuestro mundo exterior, debemos trabajar en nuestro mundo interior, en el desarrollo de uno mismo. No hay atajos que funcionen para siempre, no hay otro modo.
Actualmente no vivimos una época de cambios sino un cambio de época. Nos educaron para una época y sociedad que ya no existe y debemos desarrollar la aptitud para resolver problemas definidos de manera imprecisa, que surgen en la vida diaria y para los cuales no existen soluciones claras y explícitas
La ley de la causa y efecto dice que todo acontece por una razón. El éxito no es un accidente. La gente exitosa en un área suele ser la que ha aprendido la relación de causa y efecto entre lo que quiere y como obtener lo que quiere y esto es una aplicación de nuestra inteligencia que podemos llamar práctica.
Howard Gartner identifico 7 inteligencias en su libro Frames of Mind, indicando que las personas están más dotadas para unas que para otras. Las inteligencias identificadas son: La inteligencia lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal, intrapersonal e interpersonal. Como ejemplos tenemos: Escritores, Matemáticos, Pintores, Compositores, Bailarines, Políticos y personas capaces de analizarse. Puesto que hay muchas inteligencias diferentes, puede haber también muchos talentos distintos (musicales, científicos, financieros, atléticos, etc.) cada uno supone un tipo de destreza.
Sin embargo hay un tipo de inteligencia situada en un nivel superior, que debiéramos poseer y desarrollar todos, porque es nuestro supremo recurso, la que administra y gestiona el resto de los talentos. Me refiero a la inteligencia práctica que guía nuestra vida, que dirige nuestros proyectos, nuestras emociones, nuestros éxitos y nuestros fracasos. Está orientada a la acción y su tarea es la más difícil, porque el tipo de problemas con el que se enfrenta es el más complejo. Un problema teórico se resuelve cuando conozco la solución. Los problemas prácticos no se resuelven cuando conozco la solución sino cuando lo pongo en práctica, que suele ser lo más difícil porque entran en juego las dificultades de la situación concreta, los deseos enfrentados, los miedos, las expectativas, los intereses, las emociones.
Robert J. Sternberg, catedrático de la Universidad de Yale (EE UU), distingue tres tipos de inteligencia: analítica, creativa y práctica. La inteligencia práctica es la capacidad de comprender el entorno y utilizar ese conocimiento para determinar la mejor manera de conseguir unos objetivos concretos. Existen diferentes tipos (superpuestos en ocasiones) de inteligencia práctica para cada trabajo o situación con los que nos encontramos a lo largo de nuestras vidas
La realidad entera se amplía dando de si nuevas posibilidades. Somos lo que somos, más nuestras posibilidades, y estas posibilidades están alumbradas por proyectos con los que nos seducimos a nosotros mismos desde lejos. Embarcados en proyectos rutinarios, nuestra inteligencia generadora, producirá ocurrencias rutinarias, embarcados en proyectos artísticos, se hará inteligencia artística; embarcada en proyectos racionales, se convertirá en razón. Mediante proyectos dirigimos la atención, el interés, los actos y le permitimos evaluar su comportamiento. Tu estas aquí, la meta está allí, el problema está en cómo pasamos de un lugar al otro.
Las personas debemos elaborar proyectos o fijar objetivos porque de esta manera dan sentido a la acción, nos permiten seleccionar los medios y evaluar los progresos, imaginar algo que no existe pero que podemos hacer que exista. Para esto es bueno tener conocimientos en planificación estratégica, ya que la estrategia es un arte y una ciencia en elaborar un plan y elegir los medios idóneos para conseguir las metas propuestas.
La inteligencia y la creatividad aplicadas a la gestión estratégica de la vida forman parte de la sabiduría que, desde siempre, guía a los seres humanos en la consecución de sus objetivos, en la superación de sus límites y en la mejora de sus capacidades. Forma parte de la inteligencia práctica” saber aprovechar los recursos sociales, culturales que hay a nuestro alcance e intentar que ese entorno, sea lo más rico, justo y estimulante posible, para que expanda nuestras posibilidades de acción. Yo soy yo y mis circunstancias y si no mejoro mis circunstancias no mejoro yo y viceversa.
En este sentido, aunque ya ampliaré en próximos artículos, es muy recomendable tener conocimiento entre otras, de tres tradiciones fundamentales que exaltan el valor y la utilización de estrategias como instrumento esencial para la realización de los fines (enfoque práctico): El arte de la Metis, o sea la tradición griega del culto a la astucia, la audacia y la habilidad; El arte de la guerra, o sea la tradición china de los métodos para vencer con el mínimo esfuerzo; El arte de la persuasión, o sea el estudio de las técnicas retóricas para inducir a las personas a cambiar.
Para que algo sea práctico tiene que ser útil, para que sea útil tiene que servir a un propósito y contribuir (aportar valor) a su consecución. No hay nada más inútil y por tanto menos práctico que dedicar tus recursos y tu tiempo en actividades sin un propósito definido, sin un sentido y sin que contribuyan a un propósito deseado y elegido por ti.
Así que el primer paso ineludible para dar sentido a la practicidad es definir explícitamente nuestro plan estratégico personal. En el siguiente enlace, que os invito a que no dejeis de leer: http://www.projectcoaching.es/planificacion-estrategica-personal-7-claves-que-te-proyectaran-al-exito/ hago un desarrollo práctico del mismo.
Espero que os guste y os resulte de utilidad.
Evoluciona, supérate, sé todo lo que eres capaz de ser.
Hasta pronto
Antonio Pablo
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Buenos días,
Habrá en México algún lugar donde impartan algún curso?
Suena muy interesante.
Gracias,
Gabriela Beltrán
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