Hoy quiero plantearos cinco preguntas que si te las haces regularmente te ayudan a aumentar tu rendimiento.

1. ¿Qué estoy tratando de hacer? Define el objetivo ideal o el resultado por el cual estas luchando y hazlo antes de empezar. Cuanto más preciso seas, más rendimiento tendrás. Si trabajas con otros asegúrate que todo el mundo tiene clarísimo el resultado antes de empezar.
2. ¿Para qué? Esta pregunta es una de mis favoritas.  Te ayuda a clarificar el sentido y la utilidad de tus acciones.
3. ¿Cómo estoy tratando de hacerlo? Asegúrate que este es el mejor modo. Pregúntate si hay otro y si cabe la posibilidad de que te estes equivocando. Piensa a conciencia y analiza tu planteamiento para asegurarte de que lo estás haciendo de la mejor manera.
4. ¿Cuáles son mis suposiciones? ¿Estas suponiendo algo sobre el proyecto, las acciones, el rendimiento de otras personas, los resultados futuros, los motivos de los participantes? Es importante tener claro esto ya que sobre las suposiciones erróneas esta la raíz de los mayores fracasos. Debemos contemplar la posibilidad de que las suposiciones sean erróneas y estar preparados para eso.
5. ¿De qué otro modo debería actuar si mis suposiciones fueran erróneas? ¿Qué harías si este planteamiento fracasara completamente? ¿Cuáles son tus alternativas?. Si no lo estuvieras haciendo de este modo ¿empezarías todo de nuevo? Siempre tienes que estar dispuesto a preguntarte como podrías conseguir de otra manera los mismos resultados.

Recuerda, que eres lo que eres y estas en donde estas por los pensamientos que has puesto en tu mente y puedes cambiar lo que eres y donde estas si cambias tus pensamientos. Si necesitas apoyo búscate una persona de referencia que haya logrado lo que tú quieres o a un coach.

Hasta pronto

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