Planificación Estratégica Personal: Como encontrar tú camino

En un mundo actual donde la urgencia por hacer o tener deja poco espacio a la reflexión, es fundamental encontrarnos a nosotros mismos y por ende buscar nuestro camino personal.

El tomar conciencia de esto nos lleva a una decisión importante. Como Neo en Matrix, se nos ofrecen dos píldoras. Una nos mantendrá en el mundo de creencias y realidades ficticias en el que somos meras marionetas; otra nos sumergirá en la realidad dura, pero que nos conecta  radicalmente con la Vida y nos da poder para afrontarla.

En este contexto, a modo de símil,  la sociedad es como un juego. El 5% lo conoce. De ese 5 solo hay un 2% que lo sabe jugar y apuesta por la píldora que nos conecta con la vida y el 95% está a lo que dicta el 2%.

Como dice Jack Canfield, “defendemos nuestros malos hábitos autodestructivos (como beber y fumar) con lógica indefendible, Ignoramos los consejos útiles, dejamos de educarnos y aprender nuevas habilidades, desperdiciamos el tiempo en los aspectos triviales de la vida, nos entretenemos en cotorreos inútiles, comemos alimentos poco saludables, no practicamos ningún ejercicio, gastamos más dinero del que ganamos, no invertimos en nuestro futuro, evitamos conflictos necesarios, nos abstenemos de decir la verdad, no pedimos lo que queremos, y luego nos preguntamos por qué nuestras vidas no funcionan”.

Nos han vendido la idea de que a mayor posesión material, más felicidad pero ¿es verdad? Me inclinaría a decir que no, sobre todo por una razón importante. Por mucha compra que hagamos, nada  sacia nuestro afán de poseer, Creemos que vamos a ser más felices cuando compremos ese lo que  sea, pero la evidencia muestra que enseguida nos acostumbramos a eso nuevo y con mucha naturalidad pasa a formar parte de nuestras vidas. Nada proporciona un gran placer y la única solución que encontramos es encadenar múltiples y veloces placeres, plenamente sustituibles.

Buscamos una solución fuera cuando la tenemos que encontrar dentro de nosotros. En nuestro fuero interno, sabemos que estamos huyendo, que hay una incoherencia de fondo, y que habría que dar una respuesta desde uno mismo, pero no se hace a veces por desconocimiento y otras por miedo a tener que tomar decisiones que se nos antojan difíciles y que suponen la posibilidad de equivocarnos. Desde luego que si no lo intentamos no nos equivocaremos, pero tampoco acertaremos y estaremos viviendo una vida de mediocridad. Nos es más cómodo culpar al empedrado, antes que tomar las riendas y la responsabilidad de nuestras vidas.

En vez de esperar a que nos sucedan las cosas, seamos de los que hacen que sucedan. Bajemos a la tierra nuestros sueños y tras aterrizarlos y convertirlos en objetivos concretos, establezcamos el camino que nos lleve a su consecución.

Como suelo indicar en casi todos mis artículos, tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior.  Tu carácter, tu forma de pensar y tus creencias constituyen una parte fundamental de lo que determina el nivel de felicidad y prosperidad. Lo primero  que debemos hacer para que florezcan todas los metodos y enseñanzas y todo adquiera sentido, es saber es quienes somos y hacia donde nos dirigimos. ¿De qué sirve cualquier sistema de éxito a personas que no saben hacia dónde van?

Decide cuál es tu propósito principal y definitivo en la vida y luego organiza todas sus actividades con relación a él. Una vez lo descubras, haz que tu vida sea una expresión de ese propósito. Dicen que cuando tus sueños dirigen tu vida, será tu vida la que reflejará tus sueños, de la misma forma si tu propósito dirige tu vida, tu vida reflejará tu propósito.

Es probable que desarrollar tu plan estratégico personal te ahorre años de trabajo y de compra sin sentido. Quizá ha llegado el momento de pensar porque haces esto o aquello, porque trabajas tanto; quizá lo que necesitas es más tiempo o trabajar otro fin de semana para comprar eso que ni siquiera necesitas. Tú decides. Y no vale decir que no te queda más remedio. Puede que ahora así lo creas, pero si de verdad lo deseas, lo reflexionas, buscas ayuda si la necesitas, te lo trabajas y ejecutas tu plan de acción, con el tiempo te generarás opciones que te posibiliten situarte en tu senda personal. Tu siempre tendrás la última palabra de elegir entrar o no, pero tras el trabajo realizado lo verás mucho más posible y con otra perspectiva. ¿Quien ha dicho que fuera fácil?. Ahora te aseguro que es el esfuerzo que te proporcionará la mejor recompensa de tu vida.

Cuantos de nosotros nos hemos visto atrapados en algún momento entre conseguir más salario y reconocimiento y renunciar a los placeres más simples de la vida como tener tiempo libre para los amigos y la familia. Por supuesto que esto es una generalización. También existen familias, sanas, equilibradas y con éxito en la parte más alta del árbol profesional.

El dinero es necesario para vivir y debemos reconocerlo. El dinero es un medio y no un fin en sí mismo. Ganar dinero no es malo, es el camino que nos lleva hacia él y el uso del mismo el que lo hace bueno o malo. Desarrollar una buena inteligencia financiera puede proporcionar independencia económica y tiempo. Ahora, si no estamos equilibrados, viviendo en torno a nuestros valores y hacia nuestro propósito definido, nuestro lado oscuro puede desviarnos y confundirnos, convirtiendo lo que solo es un medio en un fin, carente de todo significado.

Quizá pienses que no saldrás adelante sin una red de seguridad o que el momento no es el oportuno. Siempre es más cómodo ir por la ruta segura. En la vida hay cosas más importantes que ganar dinero para gastarlo, pero en el día a día esto se olvida con gran facilidad. El resultado es que se paga un precio, un precio que aunque al principio no se perciba se pagará años más tarde. Debes abandonar esa excusa para no emprender tu camino.

¿Cuáles son las elecciones más arriesgadas? Para mí, las que me impiden ser la persona que quiero ser y vivir la vida con plenitud. Mi mayor temor es “no vivir una vida con significado”. Yo temo no vivir mi vida. Temo mirarme al espejo y que no me guste lo que vea. Temo no sacar lo mejor de mí mismo.

¿Cuántos recursos, tiempo y esfuerzo dedicas a cosas intranscendentes en la vida? ¿Es que no merece la pena por lo menos considerar vivir una vida disfrutada frente a una vida tolerada? Por lo menos no digas que no, sin antes haber dedicado reflexión, medios y tiempo de calidad a considerarlo. Como el personaje del video adjunto, por lo menos, piénsalo.

Propongo ser ambicioso en el SER más que en el TENER. Si primeros somos y luego hacemos, por consecuencia tendremos. Descubriremos con alegría que, al cambiar  nosotros y hacer nuestro camino en coherencia, cambia el mundo de nuestro entorno

A continuación te propongo un conjunto de preguntas para encontrar tu propósito vital:

  • ¿Qué te apasiona?
  • Describe tu día perfecto. ¿Qué te sugiere la descripción?
  • ¿Qué te gustaba hacer cuando tenías 11 o 12 años?
  • Recuerda tres episodios de tu vida en que hicieras algo que te hiciera feliz
  • Anota como te gustaría en detalle ser recordado por a) pareja, b) hijos, c) amigos y d) la sociedad
  • ¿Como defines en detalle ser una buena persona? y ¿Tener una buena vida?
  • ¿En que piensas cuando sueñas?

Tú decides quien quieres ser, si de los del 2% o los del 98% restante. ¿Quieres vivir una vida tolerada o una vida disfrutada? Si eliges esta última toma conciencia, busca tu propósito, realiza tu plan estratégico personal y pasa a la acción.

Hasta pronto

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